Historia
Bibliográfica
**Infancia
Ma'belle y su hermano mellizo, Matteo, nacieron en el corazón de Roma, Italia, en una noche cargada de tragedia. Desde el momento en que llegaron al mundo, su destino estaba marcado por la sombra de la ausencia de su madre, Cassandra, una bruja envuelta en misterios y dotada de poderes asombrosos, quien lamentablemente partió al darles la bienvenida a la vida, o al menos, eso se dijo. Después de su nacimiento, un evento que se convirtió en un secreto susurrado en los rincones de la ciudad, los mellizos fueron llevados a la granja de sus abuelos, un remanso de serenidad perdido en medio de vastas extensiones de campo. Fue allí donde ambos infantes tuvieron la fortuna de crecer, rodeados del cálido abrazo de la familia y los suaves susurros de la naturaleza. Sin embargo, nada podía llenar el vacío dejado por la ausencia de su madre, que pesaba sobre ellos como una penumbra eterna; un recordatorio constante de que nunca llegaron a conocerla, un dolor que ni todo el amor ni el dinero podían aliviar. Aunque un silencioso y sombrío caballero, quien visitaba la granja en contadas ocasiones, fue presentado como su padre, su personalidad distante no ayudaba a que los gemelos le tomaran confianza; parecía ser un extraño visto a través de un cristal.
La madre de los pequeños había partido sin tener la oportunidad de guiar a sus hijos, dejando su linaje envuelto en un misterio profundo, un abismo oscuro al que nadie se atrevía a acercarse. En su tranquilo pueblo, habitado por ancianos y viajeros que se quedaban de paso, los mellizos fueron apodados "Hermanos Estela", comparados con una estrella fugaz; deslumbrantes pero efímeros. Al principio, el apodo era tierno, pero con el tiempo adquirió una connotación negativa. Pasaron de ser objeto de compasión e incluso adoración por su aspecto peculiar, a ser despreciados debido a los rumores que circulaban sobre el estatus de su madre. Se decía que ella era la amante de un poderoso e influyente magnate, lo que manchó su reputación.
Con cada año transcurrido Ma'belle y Matteo tan sólo podían conformarse con escuchar historias de su madre, contadas por Nonna Rosa, la abuela de los infantes; una amorosa mujer mayor que siempre trataba de guiar a los pequeños por el camino de los buenos modales, la elegancia y el orgullo de una familia acomodada. Distraída por la ansiedad de criar a dos niños de la misma edad, a menudo recaía en darles libre albedrío completo, creyendo en que no regañarlos los iba a convertir en adultos orgullosos pero buenos por decisión propia. Su método de enseñanza provocó que los niños no identificaran sus propios problemas, al ser criados en una cuna de oro y tratados con tanta libertad, se volvieron insensibles ante lo bueno y lo malo.
A simple vista eran pequeños normales con una dinámica de vida propia de su vínculo de sangre: mientras que Ma'belle se encargaba de cuidar y de soportar a su sensible e impulsivo hermano, Matteo, él le regalaba la oportunidad de analizar sus transparentes emociones. Desde una edad temprana, la menor de los mellizos se dio cuenta de que algo dentro de ella difería de sus compañeros. Mientras observaba a los niños de su pueblo reír y llorar, experimentando un torbellino de emociones, ella se sentía extrañamente distante, como si estuviera observando el mundo a través de un velo. La ausencia de sensibilidad emocional en Ma'belle era una carga pesada de llevar, especialmente en un mundo donde las emociones eran la moneda de cambio más preciada. Sin embargo, en lugar de dejarse consumir por el vacío de su interior, Ma'belle aprendió a adaptarse de una manera única y sorprendente: replicando las emociones que veía en los demás, sobre todo las de su hermano, quien la hacía sentir "más real y humana".
Con una habilidad magistral, Ma'belle comenzó a imitar las expresiones faciales, los gestos y los tonos de voz de aquellos que la rodeaban, creando una fachada de normalidad que ocultaba su verdadera naturaleza. Aunque su corazón permanecía frío e insensible, su exterior irradiaba calidez y compasión, ganándose el afecto y la admiración de quienes la conocían de verdad, llegando a engañar incluso a su propia familia.