historia
Zoe Vasie nunca conoció a sus padres. Desde que tiene memoria, ha vivido en un orfanato en el mundo humano. A menudo se sentía diferente de los otros niños, no solo por su apariencia albina, sino también por el anhelo constante de algo que no podía nombrar. Pasaba horas mirando por la ventana, imaginando mundos llenos de magia y aventuras, preguntándose si algún día encontraría su lugar en uno de esos lugares fantásticos que solo existían en su mente. Fue en una tarde gris y lluviosa cuando la vida de Zoe cambió para siempre, descubrió una vieja caja de madera escondida detrás de unos viejos baúles donde estaban sus pertenencias cuando fue abandonada.
Con manos temblorosas, levantó la tapa y se encontró con una sorpresa que le quitó el aliento: una varita mágica. Llena de emoción y determinación, Zoe comenzó a experimentar con su nueva varita, practicando pequeños hechizos en secreto en su habitación por la noche. A medida que descubría sus habilidades mágicas, su corazón se llenaba de esperanza y asombro. Por primera vez en su vida, se sintió viva, como si finalmente hubiera encontrado su propósito en el mundo. Pero su felicidad fue efímera.
Un día, mientras Zoe estaba perdida en sus pensamientos mágicos, un búho majestuoso apareció en la ventana de su habitación, sosteniendo una carta con un sello de lacre rojo. Con manos temblorosas, Zoe tomó la carta y la leyó con incredulidad. Era una invitación a asistir a Hogwarts, la prestigiosa escuela de magia y hechicería.