Flashback | Otoño, año 1980.— Yo te cuido. — dije con una sonrisa mientras la tomaba de la mano en aquella feria, un circo mágico había llegado de Godric’s Hollows y la multitud ponía nerviosa a la albina. — La gente moriría con solo pensar en acercarse a la hija de Erika Gamp y la mejor amiga de esta.
Luego de la confesión que Eléa tuvo la noche anterior en medio de la pijamada, yo misma me había propuesto a ser su fiel guardiana, yo con 13 añitos estaba demasiado segura de que al ser hija de la Jefa del Departamento de Misterios y el Tutor de Gryffindor era intocable. Aunque bueno, en parte si lo era.
Al principio notaba a la albina muy retraida, como si mis palabras no fueran suficientes para calmar aquella ansiedad que le causaba estar entre la multitud, pero luego en la gran tienda del Circo Astrolium comenzó a soltarse y aquella bella sonrisa que siempre me dedicaba cuando estabamos a solas comenzó a mostrarse.
Y comencé a sentir celos de que todos lo vieran.
Espera… ¿Por qué siento celos?
Flashback | Noche vieja, año 1988.
El fallecimiento sorpresivo de mi padre a causa de una enfermedad fue un golpe duro para la familia, especialmente para mi madre, que si bien solo yo sabía lo que esta perdida le causaba. Pero era Erika Gamp Crouch y ella jamás hubiera permitido que los demás la vieran destruida.
Así que hizo una fiesta.
— Merlín, los pies me están matando Galadriel… — Comenté a la elfina de la mansión una vez llegué a la cocina, me había escapado porque contrario a mi madre, actuar de anfitriona era algo que me agobiaba hasta el hartazgo.
— De verdad nunca entenderé a mi madre, trae a media comunidad inglesa a nuestra mansión como si nada.— Así es su madre, que puedo decirle. — Respondió la elfina cuando de pronto su mirada se dirige tras de mi, dando a entender saque llegó alguien al lugar. Por lo que cerré los ojos por unos segundos para poder demostrar mi mejor sonrisa de anfitriona.
Pero te vi a ti, tan inmaculada y hermosa como te recordaba, aunque ya sin cualquier rastro de la Eléa de 13 años. Mi mirada recorrió por un momento sus blanco cabello en donde resaltaban no muy sutiles mechas color rosa pastel.
— Te queda bien el rosa, Travers. — Dije, como si no hubieran pasado 8 años de la última vez que hablamos.
— ¿Gracias? — Respondió, por un momento en su rostro se denotó confusión pero lo ocultó casi al instante.
— Me perdí, no encuentro el baño.— Pasando esa puerta a la derecha. — Respondí sin dejar de mirarte y señalando la puerta tras de ella.
Y se fue, y yo quedé inmóvil.
Hace 8 años que no sabía nada de Eléa Travers, hace 8 años de nuestro primer beso, hace 8 años de que huí de lo que sea que sentía por la albina por miedo y hace 8 años de que ella me evitaba como si fuera una plaga.
Hace 8 años de la última vez que la vi y aun me sigue la mujer más hermosa que había visto en mi fucking vida.
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Para mi sorpresa, me respondiste diciendo que te parece bien y nos vimos. Estaba nerviosa hasta los codos, pensaba que la albina solo aceptó mi invitación para mandarme a la mierda por haberla dejado plantada hace 8 años.
Pero grande fue mi sorpresa cuando nos vimos y pasó todo lo contrario, conectamos al instante y luego de tantos años sentí aquella sensación que creía que solo una niña de 13 años sentiría: paz.
Aunque por supuesto las cosas ya no eran iguales, definitivamente, cualquier rastro de la niña temerosa había desaparecido y tenía ante mi a una mujer increíblemente fuerte, independiente y segura de si misma.
Yo simplemente no podía dejar de mirarte, y merlín, desde ese mismo momento supe que sería una tonta si volvía dejarte ir.
Flashback | Invierno, año 2000.— No quiero dejarte ir. — Era algo que siempre salía de mis labios luego de otra discusión, pero esa vez había algo diferente y aquello me apretujaba el corazón.
Ambas con el tiempo nos dimos cuenta qué algo estaba cambiando en la relación. No era que ya no nos amaramos, sino que habíamos avanzado de formas diferentes. Sus intereses, metas y sueños ya no estaban alineados con los míos como lo estaban una vez y a pesar de los intentos de comunicarnos y trabajar en nuestra relación, llegó a un punto en el que nos dimos cuenta de que seguir juntas de la misma manera ya no era lo mejor para ambas.
Y aunque siempre evitaba aquella conversación con la misma frase, llegó un punto de quiebre en el que la relación era insostenible.
[...]Al día siguiente luego de aquella conversación, ambas tomamos la difícil decisión de divorciarnos. Fuimos a los Servicios Administrativos del Wizengamot, yo me había mantenido callada en todo momento y no mostraba expresión alguna, como si hubiera tomado todo el dolor que sentía y lo hubiera puesto en un cofrecito con los más poderosos Encantamientos para que estos ni siquiera tengan la oportunidad de escapar.
Firme los papeles y nos despedimos, ella me abrazó mientras repetía constantemente que aun podría encontrar en ella una amiga y que siempre estaría para mi.
No le respondí el abrazo y solo volví a asentir. En el fondo quería gritarle llorando que yo quiero seguir luchando por las dos.
Pero no lo hice, solo respondí agradecida por todos los años juntas y me marché antes de que el cofre imaginario que estaba conteniendo mentalmente se desbordara y explotara.
— Nombre off: nephylim
— Nombre on: Sarah Travers Gamp
— Permisos de personajes: No se requiere, ya que es NPC.
— Intención de la historia:
- Validar el divorcio entre Sarah y Eléa [NPC], quienes se encuentran casadas.
- Erradicar la pasiva "EN LAS BUENAS Y LAS MALAS" que se me otorgó por migración de personaje.
— Links importantes: Resolución por migración de personaje.