Votes taken by Cephyr

  1. .


    playlist
    Feel it
    chapter 1
    ▶ play
    ...

    II.






    january, 2002




    Ha pasado exactamente un mes desde la publicación de la deadpool list. Las fiestas fueron reemplazadas por apenas reuniones en espacios muy concurridos, las risas, por un intento de encontrar pistas, pruebas, algo por lo cual comenzar en la búsqueda de respuestas. Todas, a excepción de Karina, habían sido expuestas a quien sea que quisiera un par de galeones. No hace falta que se diga nada, lo único importante, lo vital, es sobrevivir. Ninguna chica de quince años debería de preocuparse por ser raptada, abusada ni mucho menos asesinada, en una utopía, podrían seguir disfrutando de su compañía, yendo a clubes y riendo por las ocurrencias de la otra. La realidad es mucho más decepcionante.

    Fueron algunas semanas de alejamiento, desde que la paz se volvió un privilegio del cual ninguna puede gozar por más de un día entero. Melody se sumergió en su lugar seguro, a ciegas de todos; compone, práctica un par de acordes con su guitarra. El techo del primer piso de la residencia Song, Longbottom, Flamel, Grindelwald y Tonks tiembla cada noche, siendo una completa coincidencia. De ocho a cinco de la mañana Da-eun, Circe, Onyx, Hyacinth, Skadi y Karina, buscan la manera de liberar la frustración y tensión que les apodera. Su escape es la música, siempre lo ha sido.




    Las voces del televisor se vuelven menos audibles. La iridiscencia ya no es lo único que hay. La música ya lo supera, al igual que la sensación de éxtasis en ella. El vidrio pasó a un segundo plano. No se puede explicar con palabras, puede ver con claridad aquellos cristales hechos pedazos, cayendo poco a poco en siete partes. Justo cuando van a unirse, a revelar algo, despierta.




    El día antes de regresar, todas se reúnen en la residencia Flamel. Llevan semanas sin verse. Una pijamada no suena tan mal luego del exilio.

    Después de tres juegos de mesa, una cena llena de dulces, mascarillas coreanas y un par de llantos, el ambiente se vuelve como antes. Por esa noche, deciden volver a ser el grupo que eran; han pasado solo dos meses desde entonces, se sienten como años.

    –Tía, no puede ser que Hyacinth se durmió ya.-- Exclama Melody cuando se da cuenta que la castaña se quedó estratégicamente colocada para que no la vieran cerrar sus párpados. En el Televisor del hogar se reproduce “The breakfast club”, una película americana de los años 80’s, –obligación– petición de Da-eun.

    –Dejala descansar, limpió todo el día.-- Inquiere Circe, la había escuchado pensar eso minutos antes.

    Siguen viendo la película. Skadi tiene la cabeza recargada en las piernas de Onyx y las piernas sobre Karina. Da-eun está perfectamente sentada, apartada de todas pero casi que sin parpadear. Circe, junto a Melody, quien está a un lado de Hyacinth. El tiempo transcurre con normalidad, Melody comenta sobre los personajes cada cinco segundos, Da-eun le pide “amistosamente” que se calle y se deje ver. El resto no dice nada, en el fondo desean lo mismo.

    Los créditos están por terminar, hace un rato que Melody dejó de prestar atención, una idea había llegado a su mente de compositora. Pluma y papel en mano, está decidida a terminar una canción que lleva a medias meses.

    –Podrías cambiarle “sentir” por “vivir”-- No sabe en qué momento Karina se despertó, la peliblanca parece interesada en las acciones de Mel, quien decide no negarse a su ayuda.

    –¿Así?

    –¿Qué hacen?-- Se une Circe, luego Onyx, finalmente Skadi. Una hora después, todas (incluso Hyacinth, fue imposible que siguiera dormida) se montan en un escenario ficticio, donde sus cepillos de dientes se convierten en micrófonos, los palillos de ramen en baquetas, la mesa en el teclado, y un par de escobas en bajo y guitarras.

    Melody canta la canción que, junto a todas, lograron terminar. No existe el piso lleno de mantas, ni la nieve golpeando el ventanal del salón; todo fue reemplazado por la imaginación de las chicas. Ahora, están frente a cientos de personas, vestidas con prendas que seguramente más de uno de sus padres se infartara. No hay peligros, solo la unión de ellas al unísono. Skadi tiene un momento de guitarra, Da-eun de batería, Circe de teclado, Hyacinth de violín, Onyx y Karina acompañan en coros a Melody. Hace tiempo que dejaron de cantar la primera canción, llevan horas saltando e interpretando covers de diferentes grupos de rock. Hay algo en ellas que se siente correcto, la plenitud de aquellas siete almas es palpable. Al terminar de recitar la última estrofa de la segunda (porque si, se emocionaron tanto que escribieron otra canción entre todas) canción, todas, con el corazón latiendo a mil, se quedan viendo hacia la televisión, su público, y, como acto final, Onyx deja caer su vaso, completamente adentrada en su alma de rockera, nadie puede detenerla. El ruido del cristal que se fragmentó independientemente en unas buenas siete partes, que dispersaron por el suelo, es lo último que se escucha por varios momentos. Observan la pantalla en parpadeos blancos y negros, no tienen idea de cuánto tiempo llevan imaginando que son una banda exitosa. Con la frente sudada, mejillas enrojecidas, garganta seca y manos rojas de tanto “tocar y cantar”, se observan las unas a las otras.

    –Esto sería un boom, creo que todas lo están pensando.-- Habla Skadi, su sonrisa es amplia, pero todas siguen pensativas.

    –Oye, Hyacinth, no es mala idea.-- Circe rompe el silencio luego de unos segundos, viendo directamente a la castaña, quien no tiene idea de cómo es que, siempre, Longbottom le adivina el pensamiento.

    Las miradas recaen en la mencionada, a la espera de lo que sea que vaya a decir.

    –-Llamemonos broken glasses.

    Por primera vez, Da-eun no tiene un comentario negativo o sarcástico que decir, Circe no tiene una inseguridad que demostrar ni Onyx una idea mejor. Intercalan miradas, sonrisas que se convierten en un ataque de carcajadas porque acaban de tener la mejor idea del mundo y saben que se tienen, que nada las puede parar. Ni siquiera un clan de magos oscuros.

    –Joder tías. La vamos a romper.




    meet broken glasses
    Hyacinth Flamel ; violinist.
    cephyr

    permisos de mención Clic aquí

    intención de la historia
    • Validar una carga onírica de Hyacinth

    • Validar la existencia del club "The Cave" donde el grupo de chicas asistió para ver la competencia de dos grupos que parecen famosos, sin embargo, a su gusto no les parece suficiente. En tal lugar, la presencia de todas es notable, pero se hace memorable gracias a la hibridez de Skadi Grindelwald [Rhamnusia] ; semi veela.

    • Validar que en una pijamada surge verdaderamente la idea de hacer una banda entre ellas..

    • Obtener pasivas acerca de que gracias a la "Deadpool list", las chicas se unen aún más al compartir ese miedo y la vivencia catastrófica de ser perseguidas, sobre su pasión y enfoque en la música para sobrevivir, sobre el grupo que hicieron y las que el equipo administrativo vea pertinentes.

    • Erradicar la pasiva de la pasada historia de Melody, donde se aleja, tomarlo como que aquello ya pasó y ahora esta más unida que nunca a sus amistades.

    links importantes
    SPOILER (click to view)
      - Historia del conocimiento de Da-eun en la bateria y diario de HCH: X y X
      - Historia del conocimiento de Melody en la música, canto, composición y diario de hch: X, X y X
      - Historia de teclado de Circe y diario de HCH: X y X
      - Historia del conocimiento del bajo de Onyx de sus sus amigos raros y diario de HCH: X y X
      - Historia del conocimiento de Skadi en la bateria y diario de HCH: X y X
      - Historia del conocimiento del violín y diario de HCH de Hyacinth: X y X
      -Historia de los conocimientos musicales de Karina: X
      - Prueba del evento "the deadpool list": X


    Aclaratoria:
    1, Todos los personajes involucrados pertenecen a la comunidad lgtbq+, siendo bisexuales o lesbianas. Por ello, la pasiva de Skadi es positiva en ellas.
    2. Esta es una historia continua por lo cual cualquiera de las involucradas subirá, cada cierto tiempo, un capitulo.


    link(s) importantes N/A.
  2. .


    A

    "Fortius Quo Fidelius"
    THE BANK OF GRINGOTTS
    Desde el Banco Mágico de Gringotts nos complace anunciarle que la apertura de su camara de ahorros a sido exitosa. La cual cuenta con la numeracion:

    [A-168]



    Desde nuestro Gringotts queremos agradecerle por depositar su confianza en nuestros servicios e instalaciones. Y le sugerimos que visite el sistema de cámaras y cuentas de ahorro para leer los terminos y condiciones. Y le recordamos que en siguente apartado podra realizar ingresos, retiros, cambios y transferencias de sus galeones. Ante cualquier duda o inquietud contacte con nuestro personal inmediatamente para agendar una visita.

    Code by Asteria. for Hogwarts Legacy Roleplay no usar.
  3. .
    a rainy afternoon

    chapter 1; the sound of the end.
    1:13
    4:07

    Despair usually has a sound, fear also has a lovely melody, usually played by a violin.



    — Transilvania, Rumania; 1994,
    two years before the disaster




    En sus tiempos de ocio Rebecca solía pasar las tardes más lluviosas de Băneasa cerca del ventanal más grande que su vivienda poseía. Solo eran ella, el incesante goteo que golpeaba frívolamente el cristal, y los muchos brebajes humeantes que solía tomar para relajarse. Hubo una época en la que solo se sentaba en uno de los sillones aterciopelados mientras leía y, de vez en cuando, observaba como su jardín de gardenias y rosas se humedecian con el temporal. Pero no había libros suficientes en su pequeña biblioteca que pudiesen satisfacerla del todo por lo que, con aquellas ansías de aprender que fueron heredadas por su hija, comenzó a adiestrarse en el arte del violín; un instrumento que había guardado en las profundidades de su baúl, un regalo de su difunta abuela.

    Y era, sin dudas, una maravillosa escapatoria hacía toda la violencia que surgía en su día a día. Rebecca podía soportar cuando a las siete de la tarde su marido regresaba perfumado con whisky y licor, reprochadole el por qué no estaba vestida de forma “apropiada” para recibirlo como una buena ama de casa. También podía aguantar los múltiples golpes que Elio le propiciaba cuando las cosas no salían como él quería; ya fuese que una camisa estuviera arrugada, o que la lasaña se hubiese quemado por debajo.

    Esas cosas no importaban porque, cuando finalmente él se iba, solo quedaban ella, su violín, y la preciosa creación que había nacido de aquella relación caótica; su pequeña Hyacinth, de tan solo apenas 7 años. Ella era, sin duda alguna, la mejor espectadora para sus mini-shows vespertinos. Porque nada existía para ambas cuando Rebecca colocaba su mentón sobre la barbada del instrumento y la cerda de la vara encontraba consuelo con las cuerdas.

    Hyacinth observaba aquello como si la metanoia de su madre fuese una transformación completa de oruga a mariposa; sus ojos cerrados, su corazón en llanto, acariciando las cuerdas con la misma pasión que acariciaba sus hebras en la nocturnidad, y emanando un sonido que era pura (desesperación) inspiración. Su tocada venía acompañada de la suave melodía que sus labios brindaban; un canto que si bien podía ser suave y dulce, también podía emanar desconsuelo, aflicción y la peor de las melancolías.

    De alguna forma la sonoridad que producía estaba llena de dolor, como si con cada toque que Le vainqueur diera desgarrara una parte de su alma por completo. Pero Amren no era consciente de aquello, ella solo veía a su madre haciendo lo que más le apasionaba en esos tiempos; tocar el violín.

    Pero aunque aquello le fascinara, las pesadillas y los dolores de cabeza comenzaban a consumir a Rebecca en su totalidad; fácilmente podía pasar días y días en la cama, intentando recuperarse luego de haber tenido aquellos sueños premonitorios que la hacían desfallecer del dolor. Esas tardes dejaron de existir, esos momentos de madre e hija en donde sólo florecía la sororidad entre ambas se fue perdiendo con el paso de las semanas, y el violín quedó atrapado en un sin fin de buenos recuerdos y polvo. Por eso mismo, a escondidas de su propia madre, Amren intentó practicar esa maestría de manera autónoma, cosa que le había durado poco y nada.

    Esconderle algo a su mamá era como intentar caminar sobre un vidrio roto sin lastimarse; totalmente imposible. La rubia se anticipaba incluso sin quererlo, era su castigo, su condena, su clarividencia recorriendo cada parte de ella. Y al descubrir el cómo su hija ansiaba seguir sus pasos, vio la figura de lo que alguna vez fue; por lo que no tardó en ocupar esas mismas tardes lluviosas en enseñarle a su descendencia sobre la melodía del fin, porque sí ella no podía tocar, al menos podría enseñarle a Hyacinth, su pequeña flor, el como canalizarse así misma mediante la música y el canto; canciones que solo ellas sabían. Y solo con eso, le era suficiente.


    1996, turning point




    Aturdida.

    Así se sentía Hyacinth en el momento en el que su mirada viajó hacia la lengua inerte de su madre, ahora en el suelo. La alfombra carmesí se tiñó conforme la mujer llenaba las cuatro paredes de gritos; desesperados, entrecortados, inhumanos. Le habían arrancado algo esencial, pero ella ya había hecho su duelo con anterioridad.

    Rebecca lo había visto, cuando su tercer ojo se abrió ante ella, la película autoprogramada de su destino comenzó a andar. Y aquellas escenas no solo mostraban el arrebato histérico de su esposo, sino también la pérdida de una parte de ella. Pero como bien había dicho antes, nada era seguro.

    Una visión era como ver pequeños hilos dorados que tiraban constantemente de sí; ella tenía el poder, la opción, el deber, de tocar uno de ellos para que le mostrase una posibilidad a futuro. Y cuando llegaban a su cabeza y tomaban forma, Rebecca podía pasar días reverberando sus propios recuerdos, uniendo cabos sueltos, llenando sus lagunas de memoria con suposiciones que, como era de esperarse gracias a su don, eran verdaderas.

    Quizás por eso era tildada como “loca”, solemnemente ella misma pensaba que lo estaba. Ella, Elio, y todo el pueblo acaudalado de la zona. No era raro que, de vez en cuando, Le vainqueur despertara gritando sobre haber visto ciertos hechos aterrorizantes en sus sueños, sombras vivas que amenazaban con acabar con la paz del pueblo. Incluso, ella había advertido 5 días antes sobre un tornado que podría dejar el centro devastado, pero nadie la oía, a ojos de los demás solo era una demente, una paciente psiquiatrica que solo estaba en libertad por el deber de esposa y el acto de educar a su hija.

    Pero no. Amren no vió locura en aquellos orbes grisáceos que lloraban a mares; vio tristeza, vio miedo. E incluso podría llegar a agregar la palabra horror, porque cuando menos se lo esperó, detrás de las espaldas de su padre, la mirada de Le vanqueir se encontró con el pequeño cuerpo de Flamel envuelto en lagrimas y lluvia de tormenta aunque, a ese punto, no se podría diferenciar a que correspondía cada gota.

    Hyacinth hubiese jurado que, a pesar de la lejanía, escuchó a su madre ahogar las últimas palabras en una sola frase, cuatro letras que, al notar como los espaldares de Elio se giraban bruscamente hacía la ventana de donde Amrene espiaba, comenzaron a cobrar todo el sentido del mundo.

    C-O-R-R-E.


    Y eso hizo. Con tan solo un impermeable y unas botas viejas Flamel corrió como si su vida dependiese de ello, como si Elio, con tan solo verla, supiese que su propia hija sería su próxima víctima. Era, al fin y al cabo, el miedo que la imponente figura del hombre había generado en Amren tras años de ser espectadora y protagonista de sus maltratos.

    No le importó que el vestido blanco que llevara abajo se estropeara, ni tampoco que sus pasos fueron dubitativamente hacía las profundidades del bosque de Băneasa pero, al mirar hacía atrás a su no tan querido hogar, recordó que su madre seguía ahí, sangrando, siendo acechada por un cazador que no iba a dejar a su presa viva. Pero confiaba, dios santo, Hyacinth anhelaba, que su mamá saliera por la puerta trasera a rastras y gritara por ayuda, ayuda que, gracias a su edad y poca habilidad para protegerla, no podría darle. Cuando la puerta de la casa se abrió y la figura frenética de Elio Flamel salió por la misma, Amren supo que no había lugar para dudar.

    Y en aquella tarde lluviosa, Hyacinth se mezcló con la grava, la tierra y la brisa, y la tormenta no dudó en acompañarle durante su huída.



    s e e r
    Hyacinth Flamel
    Cephyr

    permisos de mención No aplica.

    intención de la historia
    • Validar que cada tarde lluviosa, madre e hija compartían un momento de paz juntas, esos mismos donde su padre estaba trabajando; esa parte del día sería la favorita de ambas mujeres, dandole un significado especial. Era sin dudas un espacio seguro donde se refugiaban de la violencia, y Rebecca aprovechaba esos días para leer y sentirse sin el constante miedo de tener a alguien asechándola.

    • Validar que Rebecca comenzó a tocar el violín pero, al caer en la deteoriorización de su cuerpo gracias a las pesadillas que tenía gracias a su clarividencia dejó de tocar el mismo, enseñándole el instrumento a Hyacinth; dando a entender mediante la narración el conocimiento y la habilidad de la niña tocando el mismo violín que usaba su madre. junto a las mismas baladas que le cantaba.

    • Validar la continuación de la última historia, el como la gente del pueblo consideraba a Rebecca Le vanqueuir como una mujer loca gracias a sus videncias.

    • Validar el como Rebecca descubre a Hyacinth observando aquella escena horripilante en donde su progenitor le arrebataba la lengua. Notando las intenciones de Elio, como puede, la madre le indica que huya de ahí, pues su padre comenzaba a ser un peligro en potencia. Haciéndole caso a su madre, Amren huye hacía las profundidades del bosque de Băneasa, no sin antes mirar hacía atrás y notar como Elio veía hacía la dirección donde se dirigia.

    • Obtención de pasivas que el equipo administrativo y el validador considere correspondientes a la historia y a las vivencias de Hyacinth.

    links importantes
    © code by gwyneth


    Edited by Cephyr - 28/4/2024, 22:23
  4. .
    roleo válido
    Tu roleo ha sido evaluado y validado por el equipo administrativo de HLR. Dado que cada acción conlleva sus propias consecuencias, a continuación te presentamos las derivadas de ello.


    ✩ Concretando una cita con la respetable directora de Hogwarts, Minerva McGonagall [NPC], Adeline [Karube] logra entablar una amigable y sana conversación donde la mujer le comenta sus intenciones de aprender más sobre el tema de la Animagia para, quizás, en un futuro, intentarlo por sí misma.

    ✩ Luego de aclarar que las intenciones de la joven medimaga no eran para hacer uso de esa información de manera perjudicial ni malversada, el NPC de Minerva McGonagall obtiene el conocimiento adecuado sobre el interés de Adeline.

    ✩ Así mismo, gracias a su conversación con la mujer, Schnitzler obtiene en su totalidad toda la información que la Minerva le otorgó durante su charla, siendo esta la siguiente:

    SPOILER (click to view)
    → Un animago es toda persona que a través de un proceso transfigurativo complejo logra convertirse, la mayoría de los casos incluso con relación al patronus, en su animal interior.

    → Todos tenemos rasgos que compartimos como los animales, y un animago demuestra, justamente, hasta qué punto tenemos dichas similitudes y actitudes con ellos.

    → Mucha gente no logra pasar siquiera la fase de preparación, una transfiguración como aquella conlleva cierto riesgo. De lograrlo, le dice que se registre inmediatamente ante el ministerio de magia para evitar problemas.

    ✩ Además de aquella información, Adeline recibe los siguientes consejos que deberá tener en cuenta para su futuro aprendizaje.

    SPOILER (click to view)
    → Investigar personalmente sobre los animales.

    → Acudir a la librería Flourish y Blotts y comentarles que la directora de Hogwarts la envía (de querer validar esto, se puede adjuntar la resolución del roleo y una carta de la misma directora reafirmando aquello).

    Pasivas obtenidas


    This is just the beginning: A raíz de la fructosa charla de ambas mujeres, Adeline Schnitzler [Karube] se sentirá más motivada a continuar sus investigaciones referidos a la animagia, incluso se sentiría incitada a introducirse en aquel mundo. [Duración: Permanente]

    The Animal Inside Me: Los consejos de la directora hacían eco dentro del subconsciente de Adeline, en especial cuando mencionó que todos poseíamos similitudes con algún animal. Schnitzler solo podría preguntarse a sí misma; ¿Qué similitudes compartiré yo? ¿Qué clase de animal vive dentro de mí? Si Carina Collier fue una pantera en sus tiempos, ¿llegaré a ser una criatura tan majestuosa como ella? Por eso mismo, cada vez que la medimaga se encuentre con algún animal, tendrá las ansias de aprender o conocer algunas características respecto a este.[Duración: Permanente o a desarrollo del personaje]

    A Wise Woman: Luego de su reunión, Adeline sentirá que ante cualquier duda con su investigación, podría acudir a Minerva Mcgonagall por ayuda o consejos, considerándola un ejemplo a seguir y una mujer totalmente adiestrada en la animagia, como bien era de público conocimiento. [Duración: Permanente]

    hogwarts legacy roleplay
  5. .
    Between Shadows and Premonitions

    preface; daughter of chaos
    1:13
    4:07

    Being born between torments and disappointments, waking up between blows and premonitions



    — Transilvania, Rumania; 1996




    Las copas del Bosque de Băneasa ocultaban muchas cosas. Demasiadas.
    Era un laberinto sin salida; no porque no hubiese una, sino porque había algo en aquel bosque que era hipnotizante; terroríficamente hermoso. Quizás era el pueblo que habitaba ahí, quizás eran aquellas reuniones festivas cada luna llena, en donde los fogones y el son de la música folklórica inundaba las almas de cada persona que participaba.

    Hyacinth amaba verlas; zambullirse en aquel mundo de vestidos blancos y coronas de flores. Su propio secreto era huir de la cotidianidad de su hogar, de los continuos dias en blanco y negro, de los retos de su padre y los lamentos de su madre.

    La pequeña escotilla ubicada en la pared lateral de su habitación era su salida. Sabía con plena claridad de que su madre sabía a donde iba; de alguna forma, Rebecca Le vainqueur, progenitora, tenía un don para saber dónde había ido. Parecía como si supiese de antaño que la joven iba a escaparse por la noche, como si sus caricias, su tacto, fuera la única cosa que necesitara para saberlo. Pero la más pequeña nunca se quejó del talento de su madre, le gustaba cuando, en silencio y sin ninguna explicación, aquella le ayudaba a llegar a la casa a escondidas de su padre abriendole la puerta trasera del hogar.

    Pero la niña estaba harta de eso, de contar siempre con que los astros se alinearan, con que su padre se tome las dos copas de vino necesarias para que se duerma y no despierte. No era que le tuviese miedo, no. Pero a aquel vejestorio no le agradaba la gente del pueblo, comentaba que eran demasiado escandalosos, muy libres, en especial las mujeres. Y eso era lo malo, lo que tanto hacía que Hyacinth odiara a su progenitor, el hecho de que pensara que el género femenino sólo sirviera para pequeñas cosas, como si estuvieran configuradas solamente para complacer a ajenos. Su madre tampoco estaba de acuerdo con aquel pensamiento, pero jamás lo dijo; “Él nos cuida, nos da un hogar”. Y eso le parecía suficiente justificación como para abandonar su libertad.

    Rebecca nunca la había pillado en sus escapes, pero esta vez fue hallada infraganti. La mujer no había ido a detenerla, para nada, sorprendentemente solo colocó sobre Hyacinth un abrigo impermeable.

    — ¿Mamá? Estamos en verano, ¡nunca llueve en estás épocas! –

    La mujer negó con la cabeza, terca. Y la pequeña, solo para complacerla, aceptó usar la prenda únicamente para satisfacer y tranquilizar la preocupación de su madre.

    Fue la noche del solsticio, el día más largo y la oscuridad más corta. Si normalmente bailaban alrededor de la hoguera, esta vez las personas eran las llamas. No existía diferencia entre el fuego y los ciudadanos de blanco que danzaban, decorando con su gracia cada rincón del lugar. Se imaginó, por un instante, cómo se vería su madre si aquellas cadenas impuestas no le imposibilitaran ser parte de aquello. Se preguntaba cómo sería una sonrisa de ella; no de las que le daba cuando le hacía algún dibujo, tampoco de las que regalaba cuando Hyacinth acomodaba su habitación, sino una sonrisa de libertad, de esperanza.

    Cuando la noche finalmente había caído sobre la arboleda de Băneasa, la lluvia también lo hizo. Las nubes grisáceas amenazaron al cielo y a las estrellas, les quitaron el bello protagonismo para comenzar a rociar con agua a cada persona que estuviera festejando el solsticio. Lo que parecían ser pequeñas e inofensivas gotas, terminó siendo un aguacero de viento y destrucción. Y cuando la hoguera se extinguió y las personas buscaban refugio bajo la tienda de los locales, Hyacinth supo que era hora de regresar.

    No había caído en cuenta de que el cielo se derrumbaba hasta que vio su casa a lo lejos y notó que su madre había sabido sobre la tormenta que se avecinaba, y que por eso le había insistido en que se lleve aquel abrigo ocre que, en aquellos instantes, le abrigaba. Las dudas de Amren crecen, se expandian cada vez más ante estos pequeños descubrimientos que, desde hace antaño, había visto pero jamás sospechado; como aquella vez cuando Hya se había caído de la bicicleta, y Becca ya estaba preparada con vendas y alcohol.

    Quería interrogarla, preguntarle cómo lo hacía o que al menos le explicara el porqué siempre terminaba sabiéndolo todo, aún si aquello no había sucedido todavía.

    De pie en la puerta, esperó unos minutos, casi una hora. Su madre nunca fallaba, ella siempre estaba ahí, sabía a qué hora Amren volvía, ni muy temprano, ni muy de noche. Lo justo y seguro. Pero no había señales, no hasta que el estruendo de un vaso roto, destrozado contra el suelo, retumbó en las orejas de la pequeña. Un sonido detestable; lo asociaba a su padre, a sus enojos compulsivos.

    La castaña asomó parte de su cabeza encapuchada sobre una de las ventanas que daba al hall de la casa; no es que no supiera sobre la extraña relación de sus padres, sobre los intercambios de insultos y palabras; esa era una de las principales excusas por las que Hyacinth prefería huir de aquel caos.

    Una mano alzada, una mejilla colorada. Restos de licor bañando la alfombra y la televisión, el aparato tan viejo con el que su padre estaba obsesionado, encendida, mostrando lo que parecía ser una trifecta.

    Ella no debía ver aquello, aún tenía que pensar que los moretones que encontraba en los brazos de Becca eran lo que ella decía; “pequeños accidentes con la alacena”. Pero creer algo y verlo eran dos cosas totalmente distintas. El pliegue abierto de la ventana le había dejado oír las voces a la perfección.

    — ¡Dijiste que el blanco ganaría! ¡Llevo esperando esta carrera desde hace dos días, confíe en tus tontas predicciones!

    La mujer no habló, sólo sostuvo su mano sobre aquella herida que parecía latirle el pómulo. Pero la niña lo notó, vio aquel atisbo de sonrisa que se asomaba sobre su labio. Y Erio también.


    – ¿Te estás riendo, Rebecca? – Preguntó, con aquel tono saturado de alcohol, áspero. — ¡¿Lo hiciste a propósito?!

    Esta vez no fue la mejilla de la fémina quien sufrió, sino su muñeca; la movió por todo el hall con la ira necesaria como para lastimarla, finalmente empujándola y haciéndola caer contra los muebles.

    — ¿De qué me sirves si no puedes usar esa tonta habilidad tuya?

    — Ya te lo dije, son posibles futuros, nada es cert…– Becca no pudo terminar de hablar, la amenaza de la varita que Erio asomaba de su chaqueta le bastó para callarse. Sus ojos, sin miedo aparente, continuaban fijados en la puerta trasera, esperando que su hija no fuera partícipe de esto.

    Pero lo era. Ella no era consciente de Hyacinth observaba todo con horror, incapaz de moverse, gritar, congelada bajo la lluvia. Hasta que vio los labios de Erio moverse, él como tomaba la lengua de su amada madre, y pronunciaba con total crueldad…

    – Sectumsempra – Y Rebecca silenció para siempre y, con ella, todas las respuestas que Hyacinth añoraba.

    Pero Rebecca lo sabía, siempre lo supo, ella lo había visto en una de sus evidencias. Lo que su madre tenía no era un don, era una condena.


    s e e r
    Hyacinth Flamel
    Cephyr

    permisos de mención No aplica.

    intención de la historia
    • Ir desarrollando la historia del personaje y validar el hecho de que su clarividencia es herencia directa de su madre. Asi mismo, validar el hecho de que Hyacinth nació y creció en un hogar violento por obra de su padre, quien no solo abusaba fisica y mentalmente de la progenitora de Amren, sino que tambien le usaba para ganar dinero a costa de sus predicciones; por lo mismo Hyacinth no vería el don de su madre de una forma positiva, más bien, le parecia un castigo divino. Igualmente validar la perdida de la lengua de Le vainqueur a raiz de una de las tantas peleas que tuvo con Eros, progenitor del personaje, quien vio todo lo que ocurría tras la ventana (dichas peleas que ya eran costumbres para Amren) (A partir de ahora y en los siguientes capítulos Rebecca no podrá hablar). Por otro lado, también validar y fundamentar parte de la personalidad y el comportamiento de Flamel gracias a su infancia.

    • Obtención de pasivas que el equipo administrativo y el validador considere correspondientes a la historia y a las vivencias de Hyacinth.
    links importantes
    © code by gwyneth


    Edited by Cephyr - 2/4/2024, 05:36
  6. .
    Hyacinth A. Flamel ability diary — clairvoyance
    Eye of chaos — PRÓLOGO

    ⸻ Transilvania, Rumania; 1996

    Las copas del Bosque de Băneasa ocultaban muchas cosas. Demasiadas.
    Era un laberinto sin salida; no porque no hubiese una, sino porque había algo en aquel bosque que era hipnotizante; terroríficamente hermoso. Quizás era el pueblo que habitaba ahí, quizás eran aquellas reuniones festivas cada luna llena, en donde los fogones y el son de la música folklórica inundaba las almas de cada persona que participaba.

    Hyacinth amaba verlas; zambullirse en aquel mundo de vestidos blancos y coronas de flores. Su propio secreto era huir de la cotidianidad de su hogar, de los continuos dias en blanco y negro, de los retos de su padre y los lamentos de su madre.

    La pequeña escotilla ubicada en la pared lateral de su habitación era su salida. Sabía con plena claridad de que su madre sabía a donde iba; de alguna forma, Rebecca Le vainqueur, progenitora, tenía un don para saber dónde había ido. Parecía como si supiese de antaño que la joven iba a escaparse por la noche, como si sus caricias, su tacto, fuera la única cosa que necesitara para saberlo. Pero la más pequeña nunca se quejó del talento de su madre, le gustaba cuando, en silencio y sin ninguna explicación, aquella le ayudaba a llegar a la casa a escondidas de su padre abriendole la puerta trasera del hogar.

    Pero la niña estaba harta de eso, de contar siempre con que los astros se alinearan, con que su padre se tome las dos copas de vino necesarias para que se duerma y no despierte. No era que le tuviese miedo, no. Pero a aquel vejestorio no le agradaba la gente del pueblo, comentaba que eran demasiado escandalosos, muy libres, en especial las mujeres. Y eso era lo malo, lo que tanto hacía que Hyacinth odiara a su progenitor, el hecho de que pensara que el género femenino sólo sirviera para pequeñas cosas, como si estuvieran configuradas solamente para complacer a ajenos. Su madre tampoco estaba de acuerdo con aquel pensamiento, pero jamás lo dijo; “Él nos cuida, nos da un hogar”. Y eso le parecía suficiente justificación como para abandonar su libertad.

    Rebecca nunca la había pillado en sus escapes, pero esta vez fue hallada infraganti. La mujer no había ido a detenerla, para nada, sorprendentemente solo colocó sobre Hyacinth un abrigo impermeable.

    — ¿Mamá? Estamos en verano, ¡nunca llueve en estás épocas! —

    La mujer negó con la cabeza, terca. Y la pequeña, solo para complacerla, aceptó usar la prenda únicamente para satisfacer y tranquilizar la preocupación de su madre.

    Fue la noche del solsticio, el día más largo y la oscuridad más corta. Si normalmente bailaban alrededor de la hoguera, esta vez las personas eran las llamas.

    No existía diferencia entre el fuego y los ciudadanos de blanco que danzaban, decorando con su gracia cada rincón del lugar. Se imaginó, por un instante, cómo se vería su madre si aquellas cadenas impuestas no le imposibilitaran ser parte de aquello. Se preguntaba cómo sería una sonrisa de ella; no de las que le daba cuando le hacía algún dibujo, tampoco de las que regalaba cuando Hyacinth acomodaba su habitación, sino una sonrisa de libertad, de esperanza.

    Cuando la noche finalmente había caído sobre la arboleda de Băneasa, la lluvia también lo hizo. Las nubes grisáceas amenazaron al cielo y a las estrellas, les quitaron el bello protagonismo para comenzar a rociar con agua a cada persona que estuviera festejando el solsticio. Lo que parecían ser pequeñas e inofensivas gotas, terminó siendo un aguacero de viento y destrucción. Y cuando la hoguera se extinguió y las personas buscaban refugio bajo la tienda de los locales, Hyacinth supo que era hora de regresar.

    No había caído en cuenta de que el cielo se derrumbaba hasta que vio su casa a lo lejos y notó que su madre había sabido sobre la tormenta que se avecinaba, y que por eso le había insistido en que se lleve aquel abrigo ocre que, en aquellos instantes, le abrigaba. Las dudas de Amren crecen, se expandian cada vez más ante estos pequeños descubrimientos que, desde hace antaño, había visto pero jamás sospechado; como aquella vez cuando Hya se había caído de la bicicleta, y Becca ya estaba preparada con vendas y alcohol.

    Quería interrogarla, preguntarle cómo lo hacía o que al menos le explicara el porqué siempre terminaba sabiéndolo todo, aún si aquello no había sucedido todavía.

    De pie en la puerta, esperó unos minutos, casi una hora. Su madre nunca fallaba, ella siempre estaba ahí, sabía a qué hora Amren volvía, ni muy temprano, ni muy de noche. Lo justo y seguro. Pero no había señales, no hasta que el estruendo de un vaso roto, destrozado contra el suelo, retumbó en las orejas de la pequeña. Un sonido detestable; lo asociaba a su padre, a sus enojos compulsivos.

    La castaña asomó parte de su cabeza encapuchada sobre una de las ventanas que daba al hall de la casa; no es que no supiera sobre la extraña relación de sus padres, sobre los intercambios de insultos y palabras; esa era una de las principales excusas por las que Hyacinth prefería huir de aquel caos.

    Una mano alzada, una mejilla colorada. Restos de licor bañando la alfombra y la televisión, el aparato tan viejo con el que su padre estaba obsesionado, encendida, mostrando lo que parecía ser una trifecta.

    Ella no debía ver aquello, aún tenía que pensar que los moretones que encontraba en los brazos de Becca eran lo que ella decía; “pequeños accidentes con la alacena”. Pero creer algo y verlo eran dos cosas totalmente distintas. El pliegue abierto de la ventana le había dejado oír las voces a la perfección.

    — ¡Dijiste que el blanco ganaría! ¡Llevo esperando esta carrera desde hace dos días, confíe en tus tontas predicciones! —

    La mujer no habló, sólo sostuvo su mano sobre aquella herida que parecía latirle el pómulo. Pero la niña lo notó, vio aquel atisbo de sonrisa que se asomaba sobre su labio. Y Erio también.


    — ¿Te estás riendo, Rebecca? – Preguntó, con aquel tono saturado de alcohol, áspero. — ¡¿Lo hiciste a propósito?! —

    Esta vez no fue la mejilla de la fémina quien sufrió, sino su muñeca; la movió por todo el hall con la ira necesaria como para lastimarla, finalmente empujándola y haciéndola caer contra los muebles.

    — ¿De qué me sirves si no puedes usar esa tonta habilidad tuya? —

    — Ya te lo dije, son posibles futuros, nada es cert…— Becca no pudo terminar de hablar, la amenaza de la varita que Erio asomaba de su chaqueta le bastó para callarse. Sus ojos, sin miedo aparente, continuaban fijados en la puerta trasera, esperando que su hija no fuera partícipe de esto.

    Pero lo era. Ella no era consciente de Hyacinth observaba todo con horror, incapaz de moverse, gritar, congelada bajo la lluvia. Hasta que vio los labios de Erio moverse, él como tomaba la lengua de su amada madre, y pronunciaba con total crueldad…

    — Sectumsempra — Y Rebecca silenció para siempre y, con ella, todas las respuestas que Hyacinth añoraba.

    Pero Rebecca lo sabía, siempre lo supo, ella lo había visto en una de sus evidencias. Lo que su madre tenía no era un don, era una condena.


    Validada el 23/03/2024 — Fragmented Visions (hidden pasts).





    I. Dream-like/ Like-Dream
    13 de Mayo | 2000 | Primavera | (04-03-2024)


    ⸻ Gryffindor common place

    Hyacinth no pudo pensar en nada ni en nadie cuando se despertó esa tarde en la común de Gryffindor. Su rutina como delegada le pasaba cuentas, por lo que no era de extrañar que la fémina aprovechara cualquier superficie plana y no necesariamente cómoda para descansar aunque sea unos segundos.

    En pocas palabras, se podría decir que Amren estaba harta del puesto al que la habían delegado. No había día que no se preguntará el porqué le daban la responsabilidad de ser un ejemplo a ella; el caos en vida, la destrucción en carne y hueso. Desde su niñez, Flamel se había encargado de destrozar cualquier expectativa sobre ella, incendiarlas, convertirlas en ceniza y dejar que se mezclen con la misma brisa.

    No quería fallarle a nadie, no quería pasar por la decepción de sus conocidos, por la tristeza que les daría si vieran que la castaña optaba por caminos no morales. Así era la vida para ella, incluso en su plena niñez, su distinción del bien y el mal pendía de un hilo. Así que se adelantó, no esperó a que nadie le otorgara la pesada carga de ser perfecta, bien portada, educada. Se rearmó con hierro caliente y no permitió que nada cruzara esa coraza que, por ahora, le permitía mantener a raya cualquier sentimiento humano que deshiciera todo el esfuerzo que había hecho.

    Porque la realidad era que Amren no era ruda, como se mostraba. Tampoco era agresiva ni mucho menos odiosa; Hyacinth amaba demasiado, y eso la había llevado a sufrir demasiadas cosas que, a su temprana edad, hubiera preferido no sentir. Pero fue tarde, incluso cuando vio la mutilación de su madre, incluso cuando recibía los múltiples golpes de su progenitor, ella ya había abierto su corazón, su mirada al mundo, y le dolió.

    Por eso no tardó en destrozarlo todo. Su cuerpo, su mente; sus instintos, ubicados en el único objetivo de sobrevivir, incluso si eso significaba observar como cada muro de su alrededor se derrumbaba.

    Pero esa noche el único muro que se derrumbó fue el de su subconsciente.


    Su cuerpo, inerte, descansando sobre uno de los sillones carmesí, emanaba toda la paz que una persona que no había descansado en 13 horas necesitaba. Y aún descansando, el tercer ojo que había pasado de generación en generación en su familia se abrió por primera vez; apenas Hyacinth había caído en los brazos de Morfeo, el plano onírico se extendió ante ella.

    Podía tocarlo, sentirlo, respirarlo. Como si realmente todo lo que su sueño procesara fuera de verdad; porque, al fin y al cabo lo iba a ser. Le mostraba nada más ni nada menos que un futuro próximo, más cercano de lo que Hyacith esperaba.


    “ . . . La castaña se vio a sí misma en uno de los empedrados suelos de común. Su alrededor lleno de libros; abiertos, cerrados, algunos incluso con las páginas dobladas. No era capaz de levantarse, congelada en el tiempo. Un graznido despertó sus sentidos y un breve dolor en la parte trasera de su espalda; un cuervo se había colado por una de las ventanas del lugar, reposando y vigilando su alrededor con aquel ojo producto de lo que Amren creía que era una malformación. Porque no tenía ni uno ni dos, sino tres, el último ubicado sobre los primeros. Observaba, sin curiosidad alguna, los orbes olivos de la fémina;si no fuera por su atracción a la naturaleza, Hyacinth hubiera jurado que aquellos ojos estaban hechos para atemorizar a quien los viera. Pero no se quedó quieto, no. Aleteó sus alas carbonizadas hasta la pequeña escalera de madera que yacía cerca del cuerpo de la leona, picoteando uno de sus escaloncitos, dándole la pista a Flamel de que este había sido la causa de su estruendosa caída . . .“

    Una campana retumbó; un ruido inexistente que probablemente había creado su propio subconsciente como una forma de despertarla. Amren no lo entendía; no recordaba absolutamente nada. Si bien algunas veces cuando la castaña soñaba lograba memorizar pequeños fragmentos innecesarios, esta vez parecía que todo lo que su tercer ojo desconocido le había mostrado, se hubiese desvanecido en las profundidades de su memoria. Lo forzó, se obligó así misma a recordarlo, porque de alguna forma, Hyacinth tenía ese latente presentimiento de que debía hacerlo. Pero falló, una y otra vez, cuando intentaba concentrarse y reunir los rompecabezas sin tener siquiera alguna pieza para comenzarlo; lo único que había ganado era un punzante dolor en su cien, agudo, doloroso, pero nada que la matara, esos malestares ya eran comunes para Flamel.

    Intenta obligarse a olvidarlo, a dejarlo pasar. A sentir que fue solo una mala pesadilla que no debía recordar; y eso hizo. Se levantó del sofá y, con una cierta sensación en el pecho, se dirigió hacia los confines de la biblioteca.

    04 / 03 / 24 — First Dream.



    II. Dark dreams, clear visions.
    4 de Febrero | 2000 | Primavera (20-03-2024)


    — Somewhere
    in Hogwarts (Library)


    El transcurso de las noches era, a ojos de Amren, una rueda que nunca cesaba. Era rutinario, ya se sabía de memoria como pasaría esos ratos de oscuridad en caso de caer entre los crueles brazos de Morfeo. El último era considerado el peor enemigo de la fémina en sus ratos nocturnos; entretejía entre sus manos las sombras que solían atormentarla, él las creaba, les daba vida para instalarlas en su subconsciente y luego reproducirlas constantemente como una película. Torcía, a su placer, sus deseos más íntimos en las pesadillas que solían costarle energía.

    Por eso Hyacinth comenzó a preocuparse cuando, de la nada, sus sueños más vividos y próximos comenzaban a hacerse realidad sin nisiquiera saberlo. Ya sus noches se teñian de negro y, no importase que imagenes aparecieran en su mente, ella soñaba con que algo o alguien estaba de cacería; y ella era su primer presa. Pero no lo recordaba, nunca lo hacía, y su desesperación radica justamente en eso; sentir el peligro avecinarse, pero no saber de donde, ni como, ni cuando.

    Quizás fue una bendición haber sido trasladada a la biblioteca, porque al menos ahí tenía una razón válida para desligarse en sus ratos nocturnos. No tenía que buscar excusas para no dormir si las tareas como trabajadora estaban debajo de su nariz. Por lo que no era extraño que Hyacinth pasara sus tardes descansando todo lo que no había podido descansar por noche. Pensaba, muy dentro de sí, que la luz que se colaba por los ventanales del lugar expulsaban cualquier mal sueño que la fémina pudiera poseer.

    Pero ese día, ese instante, ese momento, fue totalmente distinto para Flamel. Y lo sintió, su cuerpo, su mente, su sangre; el caos se aproximaba, y venía a invadirla por completo.


    20/03/2024 — Second Dream.




    III. Five, just five minutes.
    14 de Enero | 2002 | Invierno 2002 | (08-04-2024)


    —I remember? I mean,
    do I really remember it?


    Cuando la mente colapsa, el cuerpo también lo hace.
    Es una avalancha, un torbellino de ideas que nunca se calma.
    Y cuando Flamel recordó todos sueños premonitorios, eso sintió.
    Sus recuerdos, como gemas ocultas en un telar del tiempo, se entretejieron entre su mente, un rompecabezas que iba formándose segundo a segundo. Imágenes fugaces, fragmentos de sueños que ahora cobraban forma ante sus ojos despiertos. Sueños, premoniciones envueltas en el manto de su inconsciente, revelándose ahora como si fuese agua limpia; ya no existía retenciones, ya no había un hueco en su memoria, una incógnita, lo veía todo. Cada detalle, cada destello, cada visión.

    Pero no fue eso lo que desesperó a la castaña, no. Fue el hecho de que la revelación de estos sueños desprendía una verdad difícil de creer; se habían materializado frente a ella, desde la caída de los libros en la común de Gryffindor hasta la estatuilla que se había partido en la biblioteca. Los susurros del futuro que se habían desplegado para ella como hilos dorados se habían manifestado en el mismo plano de su existencia.

    Y ella no lo había notado; ¿o sí?

    Algo comenzó a consumirla, un sentimiento entremezclado de ansiedad y miedo que la envolvió, la lastimó. Ella había previsto el caos, le habían dado la opción de anticiparse a eso, y no lo había aprovechado.
    Pero está vez sería diferente, lo recordaba todo exactamente como si hubiese sido dibujado por su calibre. Las sombras envueltas en maldad, las máscaras, el hombre que había aparecido en las calles de Hogsmeade repitiendo el nombre suyo y el de su prima de manera tan fantasmal; supuso, pensó, que si todo lo que había soñado se había vuelto realidad, esta no sería la excepción. Y estaba totalmente decidida a ir a contarle a Onyx, a advertirle que estaban en peligro, que debían de quedarse encerradas en casa y...

    Un borrón blanco.

    La nada misma atravesando los movimientos de Hyacinth, quien se disponía a levantarse de la cama para ir en busca de su sangre hasta que, de un momento a otro la incógnita apareció otra vez en su cabeza; la desesperación de hablar, de avisarle a alguien sobre aquello, se transformó simplemente en una duda silente.

    ¿Qué estaba por hacer?

    Fueron solamente cinco segundos de misericordia en donde se le había otorgado el placer de recordar todo, de darle un sentido a todos esos déjà vu, a esos miedos injustificables que sentía, a esas pesadillas que no le dejaban dormir durante la noche. Pero todo volvió a ser como antes y Hyacinth seguía hundiéndose en la laguna mental que ella misma se causaba, pero esta, a diferencia de las demás era más profunda.

    ¿Qué estaba pasando por alto?
    ¿Qué había estado pensando hace instantes?
    ¿A dónde se estaba dirigiendo?

    Y un mareo se hizo presente, como si su memoria se reiniciara, se reseteara por completo, intentando eliminar cada rastro de los preavisos que se le habían dado a Flamel. Tambaleando, se sentó en los edredones de su cama y sus orbes grisáceos observaron la ventana, justo la calle de Hogsmeade donde saldría con Onyx en unas horas a comprar algo, como si allí o en sus alrededores Hyacinth pudiera encontrar algo, una vana respuesta que nunca se le daría.


    08 / 04 / 24 — THIRD DREAM.

    08 / 04 / 24 — AND IT CAME TRUE.




    IV. TÍTULO AQUÍ
    xxxx-xxxx — xx/xx/24 al xx/xx/24



    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada porta nibh nec porttitor. Pellentesque purus mi, sollicitudin vel lorem a, luctus porta lectus. Proin eu lacinia purus. Mauris sit amet nunc et sem cursus fermentum. Mauris dapibus ornare eros sit amet laoreet. Donec efficitur arcu ac egestas volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vestibulum non mauris vitae tellus tristique finibus vitae nec justo. Sed vitae nulla at tortor tristique finibus eget bibendum lacus. Donec id enim in sapien consectetur semper a vitae mauris.





    V. TÍTULO AQUÍ
    xxxx-xxxx — xx/xx/24 al xx/xx/24



    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada porta nibh nec porttitor. Pellentesque purus mi, sollicitudin vel lorem a, luctus porta lectus. Proin eu lacinia purus. Mauris sit amet nunc et sem cursus fermentum. Mauris dapibus ornare eros sit amet laoreet. Donec efficitur arcu ac egestas volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vestibulum non mauris vitae tellus tristique finibus vitae nec justo. Sed vitae nulla at tortor tristique finibus eget bibendum lacus. Donec id enim in sapien consectetur semper a vitae mauris.





    VI. TÍTULO AQUÍ
    xxxx-xxxx — xx/xx/24 al xx/xx/24



    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada porta nibh nec porttitor. Pellentesque purus mi, sollicitudin vel lorem a, luctus porta lectus. Proin eu lacinia purus. Mauris sit amet nunc et sem cursus fermentum. Mauris dapibus ornare eros sit amet laoreet. Donec efficitur arcu ac egestas volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vestibulum non mauris vitae tellus tristique finibus vitae nec justo. Sed vitae nulla at tortor tristique finibus eget bibendum lacus. Donec id enim in sapien consectetur semper a vitae mauris.





    VII. TÍTULO AQUÍ
    xxxx-xxxx — xx/xx/24 al xx/xx/24



    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada porta nibh nec porttitor. Pellentesque purus mi, sollicitudin vel lorem a, luctus porta lectus. Proin eu lacinia purus. Mauris sit amet nunc et sem cursus fermentum. Mauris dapibus ornare eros sit amet laoreet. Donec efficitur arcu ac egestas volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vestibulum non mauris vitae tellus tristique finibus vitae nec justo. Sed vitae nulla at tortor tristique finibus eget bibendum lacus. Donec id enim in sapien consectetur semper a vitae mauris.





    VIII. TÍTULO AQUÍ
    xxxx-xxxx — xx/xx/24 al xx/xx/24



    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada porta nibh nec porttitor. Pellentesque purus mi, sollicitudin vel lorem a, luctus porta lectus. Proin eu lacinia purus. Mauris sit amet nunc et sem cursus fermentum. Mauris dapibus ornare eros sit amet laoreet. Donec efficitur arcu ac egestas volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vestibulum non mauris vitae tellus tristique finibus vitae nec justo. Sed vitae nulla at tortor tristique finibus eget bibendum lacus. Donec id enim in sapien consectetur semper a vitae mauris.





    IX. TÍTULO AQUÍ
    xxxx-xxxx — xx/xx/24 al xx/xx/24



    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada porta nibh nec porttitor. Pellentesque purus mi, sollicitudin vel lorem a, luctus porta lectus. Proin eu lacinia purus. Mauris sit amet nunc et sem cursus fermentum. Mauris dapibus ornare eros sit amet laoreet. Donec efficitur arcu ac egestas volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vestibulum non mauris vitae tellus tristique finibus vitae nec justo. Sed vitae nulla at tortor tristique finibus eget bibendum lacus. Donec id enim in sapien consectetur semper a vitae mauris.





    X. TÍTULO AQUÍ
    xxxx-xxxx — xx/xx/24 al xx/xx/24



    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada porta nibh nec porttitor. Pellentesque purus mi, sollicitudin vel lorem a, luctus porta lectus. Proin eu lacinia purus. Mauris sit amet nunc et sem cursus fermentum. Mauris dapibus ornare eros sit amet laoreet. Donec efficitur arcu ac egestas volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vestibulum non mauris vitae tellus tristique finibus vitae nec justo. Sed vitae nulla at tortor tristique finibus eget bibendum lacus. Donec id enim in sapien consectetur semper a vitae mauris.





    XI. TÍTULO AQUÍ
    xxxx-xxxx — xx/xx/24 al xx/xx/24



    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada porta nibh nec porttitor. Pellentesque purus mi, sollicitudin vel lorem a, luctus porta lectus. Proin eu lacinia purus. Mauris sit amet nunc et sem cursus fermentum. Mauris dapibus ornare eros sit amet laoreet. Donec efficitur arcu ac egestas volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vestibulum non mauris vitae tellus tristique finibus vitae nec justo. Sed vitae nulla at tortor tristique finibus eget bibendum lacus. Donec id enim in sapien consectetur semper a vitae mauris.





    XII. TÍTULO AQUÍ
    xxxx-xxxx — xx/xx/24 al xx/xx/24



    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada porta nibh nec porttitor. Pellentesque purus mi, sollicitudin vel lorem a, luctus porta lectus. Proin eu lacinia purus. Mauris sit amet nunc et sem cursus fermentum. Mauris dapibus ornare eros sit amet laoreet. Donec efficitur arcu ac egestas volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vestibulum non mauris vitae tellus tristique finibus vitae nec justo. Sed vitae nulla at tortor tristique finibus eget bibendum lacus. Donec id enim in sapien consectetur semper a vitae mauris.





    XIII. TÍTULO AQUÍ
    xxxx-xxxx — xx/xx/24 al xx/xx/24



    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada porta nibh nec porttitor. Pellentesque purus mi, sollicitudin vel lorem a, luctus porta lectus. Proin eu lacinia purus. Mauris sit amet nunc et sem cursus fermentum. Mauris dapibus ornare eros sit amet laoreet. Donec efficitur arcu ac egestas volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vestibulum non mauris vitae tellus tristique finibus vitae nec justo. Sed vitae nulla at tortor tristique finibus eget bibendum lacus. Donec id enim in sapien consectetur semper a vitae mauris.





    XIV. TÍTULO AQUÍ
    xxxx-xxxx — xx/xx/24 al xx/xx/24



    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada porta nibh nec porttitor. Pellentesque purus mi, sollicitudin vel lorem a, luctus porta lectus. Proin eu lacinia purus. Mauris sit amet nunc et sem cursus fermentum. Mauris dapibus ornare eros sit amet laoreet. Donec efficitur arcu ac egestas volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vestibulum non mauris vitae tellus tristique finibus vitae nec justo. Sed vitae nulla at tortor tristique finibus eget bibendum lacus. Donec id enim in sapien consectetur semper a vitae mauris.





    XV. TÍTULO AQUÍ
    xxxx-xxxx — xx/xx/24 al xx/xx/24



    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada porta nibh nec porttitor. Pellentesque purus mi, sollicitudin vel lorem a, luctus porta lectus. Proin eu lacinia purus. Mauris sit amet nunc et sem cursus fermentum. Mauris dapibus ornare eros sit amet laoreet. Donec efficitur arcu ac egestas volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vestibulum non mauris vitae tellus tristique finibus vitae nec justo. Sed vitae nulla at tortor tristique finibus eget bibendum lacus. Donec id enim in sapien consectetur semper a vitae mauris.





    XVI. TÍTULO AQUÍ
    xxxx-xxxx — xx/xx/24 al xx/xx/24



    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada porta nibh nec porttitor. Pellentesque purus mi, sollicitudin vel lorem a, luctus porta lectus. Proin eu lacinia purus. Mauris sit amet nunc et sem cursus fermentum. Mauris dapibus ornare eros sit amet laoreet. Donec efficitur arcu ac egestas volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vestibulum non mauris vitae tellus tristique finibus vitae nec justo. Sed vitae nulla at tortor tristique finibus eget bibendum lacus. Donec id enim in sapien consectetur semper a vitae mauris.





    XVII. TÍTULO AQUÍ
    xxxx-xxxx — xx/xx/24 al xx/xx/24



    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada porta nibh nec porttitor. Pellentesque purus mi, sollicitudin vel lorem a, luctus porta lectus. Proin eu lacinia purus. Mauris sit amet nunc et sem cursus fermentum. Mauris dapibus ornare eros sit amet laoreet. Donec efficitur arcu ac egestas volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vestibulum non mauris vitae tellus tristique finibus vitae nec justo. Sed vitae nulla at tortor tristique finibus eget bibendum lacus. Donec id enim in sapien consectetur semper a vitae mauris.





    XVIII. TÍTULO AQUÍ
    xxxx-xxxx — xx/xx/24 al xx/xx/24



    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada porta nibh nec porttitor. Pellentesque purus mi, sollicitudin vel lorem a, luctus porta lectus. Proin eu lacinia purus. Mauris sit amet nunc et sem cursus fermentum. Mauris dapibus ornare eros sit amet laoreet. Donec efficitur arcu ac egestas volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vestibulum non mauris vitae tellus tristique finibus vitae nec justo. Sed vitae nulla at tortor tristique finibus eget bibendum lacus. Donec id enim in sapien consectetur semper a vitae mauris.





    XIX. TÍTULO AQUÍ
    xxxx-xxxx — xx/xx/24 al xx/xx/24



    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada porta nibh nec porttitor. Pellentesque purus mi, sollicitudin vel lorem a, luctus porta lectus. Proin eu lacinia purus. Mauris sit amet nunc et sem cursus fermentum. Mauris dapibus ornare eros sit amet laoreet. Donec efficitur arcu ac egestas volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vestibulum non mauris vitae tellus tristique finibus vitae nec justo. Sed vitae nulla at tortor tristique finibus eget bibendum lacus. Donec id enim in sapien consectetur semper a vitae mauris.





    XX. TÍTULO AQUÍ
    xxxx-xxxx — xx/xx/24 al xx/xx/24



    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada porta nibh nec porttitor. Pellentesque purus mi, sollicitudin vel lorem a, luctus porta lectus. Proin eu lacinia purus. Mauris sit amet nunc et sem cursus fermentum. Mauris dapibus ornare eros sit amet laoreet. Donec efficitur arcu ac egestas volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vestibulum non mauris vitae tellus tristique finibus vitae nec justo. Sed vitae nulla at tortor tristique finibus eget bibendum lacus. Donec id enim in sapien consectetur semper a vitae mauris.





    XXI. TÍTULO AQUÍ
    xxxx-xxxx — xx/xx/24 al xx/xx/24



    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada porta nibh nec porttitor. Pellentesque purus mi, sollicitudin vel lorem a, luctus porta lectus. Proin eu lacinia purus. Mauris sit amet nunc et sem cursus fermentum. Mauris dapibus ornare eros sit amet laoreet. Donec efficitur arcu ac egestas volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vestibulum non mauris vitae tellus tristique finibus vitae nec justo. Sed vitae nulla at tortor tristique finibus eget bibendum lacus. Donec id enim in sapien consectetur semper a vitae mauris.





    XXII. TÍTULO AQUÍ
    xxxx-xxxx — xx/xx/24 al xx/xx/24



    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada porta nibh nec porttitor. Pellentesque purus mi, sollicitudin vel lorem a, luctus porta lectus. Proin eu lacinia purus. Mauris sit amet nunc et sem cursus fermentum. Mauris dapibus ornare eros sit amet laoreet. Donec efficitur arcu ac egestas volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vestibulum non mauris vitae tellus tristique finibus vitae nec justo. Sed vitae nulla at tortor tristique finibus eget bibendum lacus. Donec id enim in sapien consectetur semper a vitae mauris.





    XXIII. TÍTULO AQUÍ
    xxxx-xxxx — xx/xx/24 al xx/xx/24



    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada porta nibh nec porttitor. Pellentesque purus mi, sollicitudin vel lorem a, luctus porta lectus. Proin eu lacinia purus. Mauris sit amet nunc et sem cursus fermentum. Mauris dapibus ornare eros sit amet laoreet. Donec efficitur arcu ac egestas volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vestibulum non mauris vitae tellus tristique finibus vitae nec justo. Sed vitae nulla at tortor tristique finibus eget bibendum lacus. Donec id enim in sapien consectetur semper a vitae mauris.





    XXIV. TÍTULO AQUÍ
    xxxx-xxxx — xx/xx/24 al xx/xx/24



    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada porta nibh nec porttitor. Pellentesque purus mi, sollicitudin vel lorem a, luctus porta lectus. Proin eu lacinia purus. Mauris sit amet nunc et sem cursus fermentum. Mauris dapibus ornare eros sit amet laoreet. Donec efficitur arcu ac egestas volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vestibulum non mauris vitae tellus tristique finibus vitae nec justo. Sed vitae nulla at tortor tristique finibus eget bibendum lacus. Donec id enim in sapien consectetur semper a vitae mauris.





    XXV. TÍTULO AQUÍ
    xxxx-xxxx — xx/xx/24 al xx/xx/24



    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec malesuada porta nibh nec porttitor. Pellentesque purus mi, sollicitudin vel lorem a, luctus porta lectus. Proin eu lacinia purus. Mauris sit amet nunc et sem cursus fermentum. Mauris dapibus ornare eros sit amet laoreet. Donec efficitur arcu ac egestas volutpat. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vestibulum non mauris vitae tellus tristique finibus vitae nec justo. Sed vitae nulla at tortor tristique finibus eget bibendum lacus. Donec id enim in sapien consectetur semper a vitae mauris.



    the secrets of clairvoyant
    code by Hyndla & edited by Jinx | Please don't remove credits.


    Edited by Cephyr - 18/4/2024, 19:15
  7. .
    Hyacinth Amren Flamel

    They're burning all the witches,
    even if you aren't one
    So light me up
    go ahead and light me up

    — I Did Something Bad, TS
    about her

    She is the storm, she walks on glass and
    feels the pain, like another companion.


    personalidad Hyacinth podría llegar a considerarse como una persona de mal carácter, sarcástica e incluso, depende la persona, intimidante. Su apariencia siempre reflejó algo que ella nunca sería; sumisa ante los demás, dócil frente a las multitudes. Nunca logró ser buena al expresarse con sus palabras, por eso mismo, alguna vez su tono o sus comentarios suenan un tanto agresivos, aquello en realidad es producto de un mecanismo de defensa adoptado desde pequeña. Sin embargo, con sus amistades más cercanas, Flamel se presenta como una joven serena y amable, dispuesta a proteger a sus seres queridos incluso con su propia vida. A raíz de que nadie la cuidó como era debido en su infancia, es la misma Amren quien adopta una actitud protectora ante sus conocidos más preciados. Sin embargo, cualquier rastro de tranquilidad se borra instantáneamente como nota que una persona presenta una alteración para sus alrededores y su vida rutinaria, llegando a comportarse de manera brusca y caótica.
    Por sobre todo, es ambiciosa, siempre esta en busca de nuevas experiencias que puedan enriquecer el conocimiento. “Saber es poder”, le habían dicho una vez, y ella estaba totalmente de acuerdo con esa afirmación. Tras todo su carácter, se esconde una joven insegura de su propia esencia y aspecto fisico. El no saber cómo comunicarse siempre le ha traído nada más ni nada menos que soledad, quizás por eso comenzó a plasmar cada parte de ella en lienzos; el arte y la lectura siempre fueron cosas que la ayudaron a prosperar en ese aspecto, es un lugar seguro, un refugio.



    apariencia De cabellos castaños, rizados entre sí como una cascada que cae hasta sus espaldas, piel blanquecina, salpicada con algunas pecas que dibujan pequeños trazos suaves de marrón sobre su frente, nariz y mejilla. Sus ojos, por otro lado, completan la viva imagen de Hyacinth con un color verde-grisáceo. Estatura promedio a su edad, ni muy alta ni muy baja, pero encaja perfectamente con su fisonomía; delgada y con los atributos necesarios en cada rincón de ella.
    nickname
    Cephyr

    nombre
    hyacinth amren flamel

    nacimiento
    17 | 11 | 1987.

    nacionalidad
    Rumana, (transilvania)

    gringotts
    edad
    14 años

    genética
    bruja de sangre pura.

    hch
    clarividente

    casa de hogwarts
    gryffindor

    cargo actual
    alumna

    alineación
    caótica neutral

    historial breve de acciones


    1998
    ingreso a Hogwarts en II curso.



    1999
    obtención de hch (clarividente) - III curso.




    2000
    IV curso.


    pasivas permanentes de hyacinth flamel


    ✮ — En cualquier rincón: Si algo aprendiste y sabes hacer, es escapar. No hay espacio por el que no quepas, como si fueras un gatito. Tendrás la facilidad de escabullirte por cualquier lado y la capacidad de encontrar salidas que otros no hubieran podido ver sin tu ayuda.

    ✮ — Escape: Tocar el violín te transmite paz, serenidad, te remonta a aquellas tardes lluviosas donde nada ni nadie más que tú madre y tu importaban. Al tocar, el resto podrá sentir la melancolía de tus acordes.

    These burning flames, these crashing waves
    Wash over me like a hurricane
    I captivate, you're hypnotized
    Feel powerful, but it's me again
    Just call my name
    I'm yours to tame
    even if you think I'm chaos
    madera de espino y núcleo de Fibra de Corazón
    de dragón

    ( 30 cm | flexible )
    Fragmented Visions ﹙hidden pasts﹚


    cap. 0; between shadows and premonitions

    story of a clairvoyant; daughter of chaos
    Las copas del Bosque de Băneasa ocultaban muchas cosas. Demasiadas.
    Era un laberinto sin salida; no porque no hubiese una, sino porque había algo en aquel bosque que era hipnotizante; terroríficamente hermoso. Leer más
    cap. I; a rainy afternoon

    the sound of the end
    En sus tiempos de ocio Rebecca solía pasar las tardes más lluviosas de Băneasa cerca del ventanal más grande que su vivienda poseía. Solo eran ella, el incesante goteo que golpeaba frívolamente el cristal, y los muchos brebajes humeantes que solía tomar para relajarse. Leer más
    baúl de pertenencias


    ( clic aquí para abrir el excel )

    notas de e.x.t.a.s.i.s


    materias troncales
    • Astronomía —

    • DCAO —

    • Encantamientos —

    • Herbología —

    • HDM —

    • Pociones —

    • Transfiguraciones —

    materias optativas
    • Adivinación —

    • Aritmancia —

    • CCM —

    • Estudios Muggles —

    • Runas Antiguas —

    baúl de pertenencias y calificaciones
    Onyx Flamel | Prima
    circe longbottom | amiga
    melody lovegood | amiga
    song da-eun | amiga
    kaiser vogel | Socio
    cassidy vulchanov | amigo
    nerissa selwyn | socia
    Alexander Crane | amigo
    so if you need to be mean
    be mean to me
    code by
    gwyneth


    Edited by Cephyr - 24/4/2024, 18:41
7 replies since 5/12/2021
.