I.
Las luces desincronizadas cambiaban constantemente de color en una serie, un patrón facil de distinguir; rojo, azul, verde. Pintaban todo el ambiente oscuro de aquel tono y, de vez en cuando, cierta luz blanca se hacía presente sobre un grupo de personas irreconocibles. Pero sus sentidos e imágenes no iban enfocados en eso, no, más bien lo único que se podía escuchar era el tintineo de un cristal chocar contra sí mismo, como si algo o alguien lo estuviese moviendo. No tenía importancia alguna la música del ambiente, tampoco las palabras que se ensordecían a su alrededor, solo se podía oír exclusivamente el nuevo sonido estridente y agudo de una copa rompiéndose a sus pies; retumbó, sonó y sacudió todo el escenario de su mente que, a los segundos, se desvaneció junto con cualquier especulación. Cuando los párpados de Hyacinth se abrieron abruptamente, buscaron inconscientemente algún vaso fragmentado, pedazos de vidrio que le dieran un significado al ruido que había escuchado con anterioridad, como si eso realmente hubiese pasado en su plano y no fuese otro sueño ilusorio que continuaban llenando su repertorio de pesadillas. Acostumbrada y totalmente adaptada a este tipo de sensaciones extrasensoriales que, si bien no eran normales pero se habían convertido en parte de su cotidianidad, Flamel vistió su uniforme y se encaminó al encuentro de sus amistades.
La vida como alumno de Hogwarts puede cambiar de un día para otro. Llegas, perdida entre un montón de cabezas con sombreros puntiagudos, te sientan en una mesa con gente de diferentes edades, diciendo que ahora son tu segunda familia. Te sientes desorientada, es mucho que procesar. Esta no es una historia de cómo dos chicas de la misma casa se unen desde el momento uno. No son ni dos, ni tres, son siete; Melody, Hyacinth, Onyx, Da-eun, Circe, Skadi y Karina. Todas con corbatas que representan diversos valores, casas, personalidades. Les hubiera encantado haber conectado desde el principio de todo, por algo dicen que el destino está escrito. Su vida no comenzó a unirse hasta 1998, segundo curso para la mayoría, exceptuando a las dos últimas, quienes su primer año volvería a ser como el resto; incertidumbre, metas por alcanzar, sueños por cumplir.
Su amistad va creciendo poco a poco, risas cómplices, miradas y una serie de eventos ¿des?afortunados las llevan a convertirse en un grupo inseparable. Vaya cambio, siete almas perdidas entre los altos muros del castillo, se encuentran, sintiéndose finalmente en casa.
december, 2000
Las calles nocturnas del centro de Londres son bastante alumbradoras. Encandilan a Skadi y Melody, las chicas con menos contacto con el mundo muggle. Sin embargo, el resto está ahí para guiarlas en su travesía. Onyx, quien tiene amigos extraños
(pero agradables) recibió una invitación que no dudó en rechazar, no solo eso, invitó al resto de chicas para pasarla en grande. Se trata de un club “The Cave”, un espacio para adolescentes edgy y contemporáneo.
–¿Estás segura que es por aquí?-- La voz de Circe se percibe más aguda de lo normal. Onyx percibe su preocupación, el resto solo cree que está cansada de caminar.
–¡No realmente! Pero relájense, seguro llegamos.–Onyx este lugar apesta a alcantarilla.-- Suelta Da-eun, quien lleva un pañuelo tejido tapando su nariz. El resto solo camina, entre risas. Melody ya va algo ebria, Hyacinth se asegura de que no se doble una pierna con sus plataformas, Karina y Skadi bromeando y viendo a qué otro lugar podrán ir luego de la fiesta.
–¡Llegamos!-- La emoción de Onyx es visible para todas. Aquel local con una letra apagada parecía ser el spa más glamuroso para la rubia en ese momento. Pueden jurar ver las paredes retumbando por la música. Las ventanas están empañadas por el calor que se aglomera dentro. Música exótica, luces neón.
Pero su interior no era tan deprimente como el exterior, es más, incluso el lugar poseía una barra larga junto con algunos banquillos que daban a los estantes donde miles de bebidas alcohólicas
(que probablemente sólo Melody conocía) se extendían como decoración. Lo demás se conformaba por tres pistas; una dónde solo había mesas con y sin sillas, otra dónde solo funcionaba como pista de baile, y la última y más importante; un escenario.
Sin embargo, su vista era totalmente opacada por la multitud de gente que parecía estar ahí con un único objetivo, y el grupo de chicas rápidamente identificó cual cuando un desconocido gritó a puro pulmón
— ¡Queremos ver a The Geese! Las féminas lo observaron como si estuviese loco, porque así parecía; tenía una remera con lo que parecía ser ¿un ganso con lentes? y la más sensata en cuanto a moda habló como si quisiese arrancarle la camisa con los dientes y eliminarla de la faz del mundo.
— Y esa remera quiere ver el closet…— Sin embargo, pensaron que tanto fanatismo debía de provenir de algún lado, y cuando decidieron observar con más atención, ya no era solo uno quien traía esa absurda playera, sino tres, cuatro, ¡cinco! Pero su vista se volcó únicamente en la persona que tocó el micrófono del lugar para probar si funcionaba, en esos instantes el grupo ya había tomado asiento en una mesa redonda cerca de la pista de baile, logrando tener una vista directa y clara a donde estaba el escenario.
— ¡Buenas nochees, mi público preferido! Hoy es la ronda final de “Sonic Clash”, se presentarán sus favoritos, los elegidos… — Un redoble de tambores poco privilegiado salió disparado de uno de los parlantes
— ¡The Geese VS Dinosaurs!
— Parece zoológico ya. — Comentó Da-Eun, propio de ella y de esa ¿distinguida? manera de soltar ciertas cosas ofensivas a modo de broma, pero la realidad es que a todas las causó gracia.
Pronto el show comenzó, el manojo de luces cálidas, frías y neón apuntaron a la pista de baile y luego hacía el tablón de madera que funcionaba como escenario. De detrás de escena aparecieron cuatro chicos y una joven que, supusieron, era la vocalista, pues era la única que no traía consigo un instrumento. Los demás cargaban consigo un teclado, dos guitarras y una bateria que al instante se pusieron a montar.
— ¡Con ustedes, sus amados The Geese! Eufóricas las personas gritaban, algunas incluso se habían sacado el sostén y se lo habían revoleado a la cantante del grupo, quien aceptaba con una risa las muestras de afecto de sus “fans”. Pero Song, Longbottom, Flamel, Grindelwald y Tonks se mantienen inmutables, en su mundo y cotidianidad estas personas no existían ni eran relevantes, fácilmente no hubiesen destacado. Pero aún así observaron ese pequeño “show” en dónde, de alguna forma, la composición de sus instrumentos que parecían ser parte de ellos, logró vislumbrar tanto al público como a las chicas, salvo a Hyacinth, quien de alguna manera se había concentrado demasiado en una copa que se le había caído a uno de los jóvenes que atendía el lugar, como si el ruido del vaso le hubiese asustado tanto como para no prestar atención alguna a lo que pasaba arriba, incluso cuando Circe intentó moverla para que reaccionara.
— Nosotras lo haríamos mejor. — Soltó Skadi al aire, como una broma al azar, un comentario inofensivo que, de alguna forma, quedó en el subconsciente de cada una de ellas. No le tomaron demasiada importancia, siguen comentado
(y criticando un poco) las bandas. Al final termina ganando The Geese, como diría Karina, esperable.
La noche transcurre con normalidad; Melody coqueteando con un chico (quien diría que un año después saldría completamente del closet), Hyacinth y Onyx fumando los cigarrillos herbales armados por la rubia, Skadi y Karina haciendo mil amigos
(besos) nuevos, Circe y Da-eun bailando sin preocupaciones.
Regresan a casa de Onyx y Hyacinth con los pies acalambrados y la cabeza dando vueltas. Risas, palabras al aire, confesiones que ya habían sido confesadas antes, sueltan todo antes de caer rendidas, justo antes, Onyx dice:
–Claro que lo haríamos mejor.
Melody Lovegood ; vocalist. astley | |
permisos de mención Clic aquíintención de la historia- Validar una carga onírica de Hyacinth
- Validar la existencia del club "The Cave" donde el grupo de chicas asistió para ver la competencia de dos grupos que parecen famosos, sin embargo, a su gusto no les parece suficiente. En tal lugar, la presencia de todas es notable, pero se hace memorable gracias a la hibridez de Skadi Grindelwald [Rhamnusia] ; semi veela.
- Validar que en una pijamada surge verdaderamente la idea de hacer una banda entre ellas..
- Obtener pasivas acerca de que gracias a la "Deadpool list", las chicas se unen aún más al compartir ese miedo y la vivencia catastrófica de ser perseguidas, sobre su pasión y enfoque en la música para sobrevivir, sobre el grupo que hicieron y las que el equipo administrativo vea pertinentes.
- Erradicar la pasiva de la pasada historia de Melody, donde se aleja, tomarlo como que aquello ya pasó y ahora esta más unida que nunca a sus amistades.
links importantes- Historia del conocimiento de Da-eun en la bateria y diario de HCH: X y X
- Historia del conocimiento de Melody en la música, canto, composición y diario de hch: X, X y X
- Historia de teclado de Circe y diario de HCH: X y X
- Historia del conocimiento del bajo de Onyx de sus sus amigos raros y diario de HCH: X y X
- Historia del conocimiento de Skadi en la bateria y diario de HCH: X y X
- Historia del conocimiento del violín y diario de HCH de Hyacinth: X y X
-Historia de los conocimientos musicales de Karina: X
- Prueba del evento "the deadpool list": X
Aclaratoria:
1, Todos los personajes involucrados pertenecen a la comunidad lgtbq+, siendo bisexuales o lesbianas. Por ello, la pasiva de Skadi es positiva en ellas.
2. Esta es una historia continua por lo cual cualquiera de las involucradas subirá, cada cierto tiempo, un capitulo.